Dos caras, una moneda,
Dos polos, una atracción,
Dos oscuridades se iluminan
Por la gracia infinita del Amor.
Mil cicatrices en tu cuerpo,
Mil memorias en mi alma,
En la guerra de la vida eso pasa,
Dentro o fuera, no importa, es dolor.
Mi calidez estremeció tus miedos,
Tu humildad desafió mis paradigmas,
Y quedamos allí, encandilados
Expectantes ante una llama desconocida.
Tus carcajadas son flechas de luz
Que difuminan remembranzas
Mis sonrisas son bálsamo
Que ungen y trasmutan tus heridas.
Y tus cicatrices se hacen mías,
Mis memorias afloran en tu piel,
Danza de luz y sombra que sana,
Bálsamo luminoso que restaura.
Tú y yo, diferentes en la distancia,
Somos iguales en la proximidad,
Claroscuro en apariencia,
Sólo un alma en lo esencial.
Tus peros y los míos se iluminan,
Y una fina línea se dibuja en el medio
no es frontera, no separa, no es límite,
es la sinergia de dos que se hacen uno.
