Ayer lo enterré,
espero que esté lo suficientemente profundo,
para que no salga a la superficie.
Estoy de luto por dentro,
realmente creo que se llevará su tiempo olvidarlo,
pero tenía que hacerlo.
Espero que nadie lo note,
me refiero al luto,
pues nadie supo nunca que existió,
por lo menos nadie que pueda delatarme.
Aunque me duela, tenía que enterrarlo,
él crecía y crecía dentro de mí,
sin razón ni control,
si lo dejaba crecer más sería difícil esconderlo.
Creo que ya se me notaba en la mirada,
y ya empezaba a dolerme el corazón,
cuando pensaba en él.
Por eso, tenía que hacerlo,
sin pensarlo más, lo enterré,
espero que profundo,
no vaya a ser que se salga
y duela de nuevo.
Ayer, enterré un sueño…
Septiembre, 1998